Poco más de un mes después de las elecciones
europeas, Izquierda Unida ha decidido reformar su dirección para dar entrada a
una hornada de jóvenes políticos encabezada por Alberto Garzón y por Clara
Alonso
Llegamos tarde se
nos ha pasado el arroz, teníamos que haberlo hecho antes, y ahora está Podemos irrumpiendo
fuerte en el panorama político
En las últimas elecciones "IU ha sido incapaz de convertir una parte del descontento de los ciudadanos en apoyos"
La actuación de Izquierda Unida, cuyos resultados electorales, habiendo sido muy buenos, no han generado una ola de ilusión como ha logrado Podemos.
IU ha tenido un resultado ambivalente, parece que se han quedado un poco en medio, hemos mejorado pero quizá no tanto como esperábamos
El planteamiento de Izquierda Unida ha sido insistir en un discurso racional-ideológico para la "necesaria autocrítica": "Algunos de nuestros métodos deben cambiar, de abajo a arriba y de arriba a abajo"; "ha habido un número importante de voto descontento que no hemos sido capaces de convertir en apoyo a nuestra organización el funcionamiento muy convencional, espeso y poco ágil para la lucha social nos limita la capacidad de intervención social"; "Tenemos la necesidad urgente de una profunda renovación de formas y métodos para relacionarnos nosotros mismos y con la gente"..
El tremendo éxito de la candidatura de Pablo
Iglesias ha tenido un efecto muy claro: situarnos ante el espejo y hacer más
visibles esos defectos que nunca nos gustaron pero que habíamos metabolizado
resignadamente. Un funcionamiento excesivamente burocrático, una diligencia
profesionalizada que sobrevive a todos los procesos internos, un candidato impuesto
desde arriba que no ilusionaba ni a la militancia
Izquierda Unida sigue siendo la organización mejor
preparada para articular la construcción de un bloque político y social que derrote
al bipartidismo. Pero ya no es la única ni podrá hacerlo sola.
Para representar los intereses de los ciudadanos IU
debe cambiar sus formas de pensar, hacer y comunicar la política. Para ello
hace falta pasar del discurso (autorreferencial, identitario) a un discurso,
pedagógico e ilusionante. Menos proclamas y más propuestas. Mensajes para convencer, no para
convencidos. Giro hacia la ciudadanía, girar más hacia la calle que hagan a
la ciudadanía entender que se está con ellos. Es necesario hacer sentir a los
ciudadanos parte del proceso democrático. Hay que hacerles sentir cómplices.
Esto es urgente el reto es ganar la confianza ciudadana.
Creo que tenemos que cargar de razones a los ciudadanos para que
vuelvan a votar a IU hay que demostrar
credibilidad en las propuestas, y sobre todo en la gestión para resolver los
problemas de los ciudadanos.
Si una nueva fuerza con pocos meses de vida ha
sido capaz de hacer transversales puntos históricos de nuestro programa,
nosotros también podemos. Y juntos aún podremos más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario