lunes, 1 de julio de 2013

UN EJERCICIO DE AUSTERIDAD PÚBLICA, LA UNIÓN EUROPEA

En medio de una crisis que exige un serio ejercicio de austeridad pública a numerosos países del euro, los denominados eurócratas, el cuerpo de altos cargos que trabaja en las instituciones comunitarias, casi 4.000 eurócratas ganan un sueldo mensual de algo más de 21.000 euros al mes.

Los 27 peces gordos que se sientan en las alturas del complicado entramado burocrático que es la Comisión Europea, es decir, los comisarios, gozan aún de mejores condiciones. José Manuel Durao Barroso, su presidente, recibe 25.351 euros al mes, más una dieta de residencia equivalente al 15% de esa cantidad, más complementos como el de gestión de una casa y escolarización para sus hijos. Por su parte, los siete vicepresidentes, entre los que se encuentra el español Joaquín Almunia (responsable de la cartera de competencia) perciben un salario base de 22.963 euros al mes, más los consabidos extras.

Otra historia es la de los miembros del Parlamento, los únicos democráticamente elegidos, que tienen un sueldo base de 6.200 euros netos al mes, más dietas aparte, (algunos cobran su dieta sin ir a trabajar) al sueldo base de los eurodiputados hay que sumar toda una serie de complementos. En primer lugar, reciben 304 euros "por cada día de asistencia a reuniones oficiales de órganos del Parlamento en los que el diputado ejerce sus funciones", para la comida y alojamiento. 

Los más viajeros pueden solicitar otros 4.243 euros al año para viajar fuera de su Estado miembro y asistir a una conferencia o participar como ponente. No firman un contrato de exclusividad, por lo que pueden compartir su dedicación a la ciudadanía con el cuidado de otros intereses privados. Sus hijos, si es que alguno decidiera vivir en Bruselas, también tienen la escolarización pagada en la escuela europea (unos 1.000 euros por mes y por niño). Ademas gozan de una cantidad para cursar estudios de idiomas.

Al margen de todo ello, los diputados cuentan con 22.000 euros al mes para contratar un séquito de asistentes y, aunque la contratación de familiares no está permitida, muchos admiten que "hecha la ley, hecha la trampa". Además, disponen de 4.300 euros en gastos de oficina que suelen destinar a montar una oficina en su país, gastos de teléfono o las últimas novedades tecnológicas.

Eso sí, la Unión Europea decide recortar, sin embargo, partidas sociales de gran impacto en el bienestar de los ciudadanos europeos.


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