martes, 21 de octubre de 2014

LA OTRA CARA DE ALHAURIN DE LA TORRE







Una vieja copla andaluza define a entender el devenir diario de nuestro pueblo.

 “Desgraciadito el que come el pan de la mano ajena, siempre mirando la cara si la pone mala o buena”. 

Los malos gobernantes saben que premiando a los más fieles se garantizan un puñado de voto, suficiente ante el silencio y la pasividad de la mayoría.

Las consecuencias de esta pasividad se reflejan en que tenemos un pueblo donde su alcalde lleva más de 18 años gobernando y  la realidad es que solo ellos y sus aláteres han sacado rentabilidad a sus políticas.

Creo que ha llegado la hora de que nuestro pueblo cambie, antes de que tengamos que asistir a su entierro,  por la inanición  “debilidad, desfallecimiento, extenuaciónque la somete sus gobernantes.

El pueblo no progresa socialmente, tenemos un pueblo con multitud de impuestos de los más altos de la provincia, un paro inscrito oficialmente alcanza los 4500 Alhaurinos y  atenaza a millares de familias que no pueden llegar a final de mes, tenemos centenares de empresas y locales vacíos y somos incapaces de crear empleo, no generamos ilusión para nuestros jóvenes y la emigración es la única salida, salvo para los pocos que tienen la suerte de conservar su empleo por ser amiguitos de alguien.

Pero los  verdaderos culpables de la situación que padece Alhaurin no es el Señor alcalde, sino el conjunto de los Alhaurinos que una y otra vez ha depositado en él y su partido su confianza.

El miedo tiene un precio y ese precio en demasiadas ocasiones nos viene impuesto. Este miedo se combate con alta dosis de transparencia, libertad, solidaridad y el compromiso de todos los Alhaurinos en un pueblo democrático con políticos que no hagan un uso partidista de las instituciones y estén al servicio de los ciudadanos.


Estamos en un momento histórico y no nos está permitido desaprovecharlo, no podemos dejar pasar esta oportunidad   a pesar del pensamiento ideológico de cada uno está el bien  común de Alhaurin de la Torre de sus ciudadanos y el futuro de nuestros hijos. Por eso cuando perdamos el miedo a votar otras alternativas habremos  ganado  la batalla.

No hay comentarios: