lunes, 3 de noviembre de 2014



ME PREGUNTO porque NO PODEMOS

Que tenemos una de las clases políticas más corrupta de Europa, no creo que haya nadie en este país que lo ponga en duda. Salvo que sea subnormal.

Ya no se trata de que nos roben a manos llenas, ni se rían en nuestra puta cara, ni que nos hayan hipotecado por varias generaciones, es que están convencidos de que somos gilipoyas. Y algo de razón tienen.

Estos políticos consideran que su ilustre puesto es una tarjeta de crédito que abre todas las puertas, no una responsabilidad que les obliga a mostrarse como ejemplo ante los demás.

Que se puede esperar de un político que no atiende a quien lo vota, si no al partido que lo pone en la lista. De quienes están pringaos de mierda hasta el cuello y dicen que la culpa es de los demás

Bajo el disfraz de esta mierda de democracia, se ha instaurado una nueva forma que degrada la soberanía popular. Según esta nueva forma de perversión política, el pueblo solo desempeña el papel de una comparsa a la que, graciosamente, se le concede la oportunidad de prestar su consentimiento cuando vota.

Yo pregunto a los economistas políticos, a los moralistas, si han calculado el número de personas que es necesario condenar a la miseria, al trabajo, a la ignorancia, a la desgracia, a la penuria, para producir un rico.

¿Hasta cuándo permitiremos que se nos siga insultando impunemente?

Yo creo sinceramente que hasta que no les demos el “paseíllo”

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